El deseo más intenso y más profundo del hombre es el de alcanzar la felicidad … También la economía tiende a este fin al cual está subordinada como medium ad finem. Por tanto, la economía no puede, como algunos han creído, consistir en la búsqueda y en la doctrina de los medios adecuados para aumentar la producción, sino que es útil que se interese por la producción en cuando que ésta es susceptible de aumentar la posibilidad de que los hombre vivan contestos.
R. Michels, Economia e felicità, Milán, 1918, p.l